"Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar" de Philippe Perrenoud destaca la importancia de una enseñanza basada en la reflexión crítica, una metodología que busca integrar y dialogar entre diversos saberes. Este enfoque no solo es relevante para los docentes en su labor cotidiana, sino también para aquellos que desempeñan roles de apoyo, como asesores pedagógicos, formadores, líderes de proyectos innovadores y equipos directivos de instituciones educativas. Según Perrenoud la práctica reflexiva ofrece una oportunidad única para reconciliar la teoría con la práctica, el conocimiento científico con la sabiduría derivada de la experiencia cotidiana en el aula.
La propuesta central de Perrenoud en su libro "Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar” es que a través de un ejercicio reflexivo constante, los educadores pueden encontrar un equilibrio entre la razón científica y la razón práctica. Esto implica un enfoque pedagógico que valora tanto el conocimiento universal y los procesos estandarizados como los conocimientos y las intuiciones ganadas a través de la experiencia directa con los estudiantes. Además, subraya la necesidad de integrar consideraciones éticas, la implicación personal del docente y la búsqueda de la eficacia en el proceso educativo.
Perrenoud argumenta que al adoptar una postura reflexiva, los profesionales de la educación se convierten en investigadores de su propia práctica, cuestionando rutinas, explorando alternativas y evaluando los resultados de sus intervenciones. Este proceso no solo enriquece su comprensión del acto educativo, sino que también los empodera para realizar cambios significativos y sustentables en sus entornos de enseñanza.
⬇️📚 Desarrollar la Práctica Reflexiva en el oficio de Enseñar de Philippe Perrenoud
El libro "Desarrollar la práctica reflexiva en el
oficio de enseñar" de Philippe Perrenoud es, por tanto, una invitación a
todos los implicados en el proceso educativo a participar en un viaje de
autoindagación y mejora continua. Al hacerlo, no solo se mejora la calidad de
la educación ofrecida a los estudiantes, sino que también se contribuye al
desarrollo profesional de los educadores y al avance de la pedagogía como
disciplina.